CAFENICA y sus organizaciones socias realizan esfuerzos para lograr la adaptación de los pequeños productores de café ante el impacto negativo del Cambio Climático y buscan alternativas para mitigar sus efectos en la productividad de las plantas y en la economía de las familias caficultoras.

Con esta visión nació en 2015 el Sistema de Alerta Temprana (SAT) “Clima y Café”, con el establecimiento de una red de estaciones climáticas (automáticas y ordinarias), ubicadas en puntos estratégicos en las zonas cafetaleras donde los productores de las organizaciones asociadas a CAFENICA tienen incidencia; para el seguimiento, monitoreo y la recolección de datos científicos sobre las condiciones climáticas. Una labor que involucra a pequeños productores, promotores, técnicos y especialistas tanto en el rubro del café como en materia ambiental; creando un flujo de información constante que permite recomendar y programar mejor las labores productivas en las plantaciones.

Sobre la importancia del funcionamiento del SAT en su proceso de adaptación frente al Cambio Climático, Pablo Raúl Hernández, promotor y productor de PRODECOOP, comentó:

“A través de las estaciones hemos logrado conocer el estado del tiempo de nuestra finca, de nuestras comunidades. Eso nos ha permitido tomar las decisiones más acertadas en cuanto a las labores culturales del café, por ejemplo, la fertilización, ya sabemos cuándo aplicar y cuando no. Nos permite conocer cuáles son las condiciones favorables para el proceso de floración y cuáles son las nos afectan para el rendimiento de la cosecha”.

Y aunque “Clima y Café” ha traído un cambio en las dinámicas productivas, aún es una herramienta en desarrollo, que requiere el fortalecimiento de sus capacidades para la elaboración de pronósticos y las alertas basadas en la fenología del café, que es directamente influenciada por los constantes cambios en las condiciones climáticas

CAFENICA Y FUNDACIÓN PARA LA INVESTIGACIÓN DEL CLIMA (FIC).

Trabajar con rigor científico en la elaboración de pronóstico y alertas basadas en las etapas de desarrollo de un cultivo no es tarea sencilla. Sobre todo cuando existe falta de registros históricos de las afectaciones que ha sufrido el café por la variación en la dinámica del clima, siendo éste uno de los principales retos en este proceso.

Por ello, y en busca del fortalecimiento del SAT “Clima y Café”, CAFENICA está trabajando de la mano con la Fundación para la Investigación del Clima (FIC), una organización internacional especializada en el desarrollo de proyectos e investigaciones, cuyo objetivo es la innovación y el desarrollo de soluciones en el ámbito del clima, la meteorología y el medio ambiente; con gran experiencia en la implementación de metodologías y estudios en materia agroclimática, quienes ya han desarrollado algunos trabajos de este tipo con otros rubros en nuestro país.

La meta es generar alertas agroclimáticas con base en las previsiones meteorológicas mediante una metodología que permita la construcción de una serie de variables derivadas, umbrales de riesgos construidos colectivamente,  por medio de un proceso sistematizado, con base en la observación y en las experiencias locales. Con el que se busca “traducir” la información puramente meteorológica en información específica relacionada con cada una de las etapas del cultivo del café para la toma de decisiones oportunas sustentado en información predictiva de los eventos climáticos; pero con mayor capacidad de discriminación de la información relevante, para prevenir daños o aprovechar condiciones favorables con suficientes días de anticipación.

“La expectativa es llegar a la automatización de alertas sobre las posibles afectaciones u oportunidades identificadas de la interacción del clima con el cultivo, implementar pronósticos mejorados que puedan facilitar la toma de decisiones de los pequeños productores y sirva de apoyo a la asistencia técnica”; expresó el Ing. Carlos Daniel Zelaya, analista climático de CAFENICA.

Una meta que, sin duda, traerá grandes cambios a los sistemas de producción del café en Nicaragua, mejorando la calidad del grano y el resultado de las inversiones que realizan las familias productoras de café. Contribuyendo así con la construcción de resiliencia ante la variabilidad climática y cambio climático.